sábado, 22 de marzo de 2014

Facebook: muro de la discordia o palestra del sentido común


Amigos que me quieren bien (y por eso son amigos) me suelen aconsejar que no aborde en mi muro de Facebook temas que puedan levantar apasionados debates. Se lo agradezco.

PERO, otrosí, DIGO que tengo más que sobradas razones para seguir haciéndolo. En segundo lugar, porque me niego a que ese muro sea una suerte de espacio neutro donde sólo comparto una faceta, o varias, de mi manera de ver el mundo; las jocosas, desenfadadas o líricas; las familiares, sobre mis aficiones, o de actualidad. En tercer lugar, porque precisamente porque esto es España, es un imperativo que aprendamos a leer y a escuchar, a debatir dejando los prejuicios en el sumidero, que es su lugar. En cuarto lugar, porque la amistad verdadera se construye no en fb, sino en el aprendizaje que constituye el debate sereno con otros, y con sus puntos de vista.

Y en primer lugar, porque es mi muro y pongo en él lo que me apetece. No quiero una libertad esclava para nadie; ni que me den lecciones de libertad de expresión personas que no respetan la mía, mis ideas, creencia, o los matices a la totalidad que incorporo siempre a lo que digo. Las gafas, para ver mejor.


Aude legere!